El príncipe solitario

Hace millones de años, en un bosque bellísimo, verdoso y lleno de animales fantásticos vivía un pegaso enorme, hermoso y fuerte. Sus alas eran de color azul cielo con destellos dorados. El pegaso era la mascota del príncipe José Luis III que era rellenito, alto y con buen corazón. El príncipe como vivía en un castillo enorme se sentía solo, hasta que un día decidió escaparse con Pegaso. Volaron día y noche hasta que encontraron un pueblo lleno de gente. José Luis decidió dormir en una posada que tenía una escalera muy larga que llevaba a una habitación misteriosa. José Luis decidió entrar. Allí sólo había un reloj de cuco en la pared. A José Luis le entró miedo y fue a buscar a Pegaso pero no estaba. José Luis vio unas huellas de conejo y decidió seguirlas. Las huellas le llevó a un estanque de peces mágicos que le dijeron donde estaba Pegaso. - Lo tienen secuestrado las personas del pueblo, está atado a un manzano. El príncipe esperó a que todos estuvieran durmiendo para rescatar a Pegaso, lo desató y lo llevó al castillo. Decidió que nunca más volvería a escaparse y que era mejor estar con su familia e invitar a amigos.